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La Ley de Protección de Datos Personales en Chile: Derechos, Obligaciones y Buenas Prácticas La Ley de Protección de Datos Personales en Chile: Derechos, Obligaciones y Buenas Prácticas

La Ley de Protección de Datos Personales en Chile: Derechos, Obligaciones y Buenas Prácticas

  • A&M Abogados
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La creciente digitalización de nuestra vida cotidiana ha puesto los datos personales en el centro de las preocupaciones de individuos, empresas y organismos públicos. En este contexto, la ley de protección de datos personales cobra una importancia cada vez mayor. Chile se encuentra en un proceso de actualización de su marco legal, abordando la necesidad de armonizarse con estándares internacionales y mejorar la tutela de la información sensible de los ciudadanos. La nueva ley de protección de datos—un proyecto de ley que fortalece y moderniza la normativa vigente—promete mayores garantías, mayor transparencia y un rol más activo de la futura agencia de protección. En este artículo, exploraremos las implicaciones de la ley de protección de datos, sus principios, los derechos de los titulares, las responsabilidades de las empresas, así como las medidas de seguridad requeridas y las sanciones impuestas. Además, entregaremos orientaciones sobre buenas prácticas y haremos un llamado a contactar a A&M Abogados para asesoría experta.

¿Por qué es relevante la ley de protección de datos personales?

En un mundo cada vez más interconectado, el tratamiento de datos personales es una actividad cotidiana en el ámbito público y privado. Datos biométricos, registros financieros, información de salud y otros tipos de datos sensibles requieren un marco normativo sólido que proteja la privacidad y garantice la seguridad de los datos. La ley de datos personales chile busca alinear la normativa con los estándares de la OCDE y las mejores prácticas internacionales, asegurando que cada tratamiento sea realizado bajo el principio de licitud del tratamiento, con respeto a la protección de los derechos fundamentales.

Esta legislación regula aspectos como la transferencia internacional de datos personales, el rol del delegado de protección, la configuración de principios y derechos para los titulares, así como el establecimiento de sanciones claras. Con la nueva ley de protección de datos, Chile da un paso para posicionarse como un país con niveles adecuados de protección, fomentando la confianza y la seguridad jurídica necesaria para el desarrollo del entorno digital.

Objetivos de la nueva ley

La nueva ley de protección de datos busca modernizar y fortalecer el actual marco legal, vigente desde hace más de 20 años. Sus objetivos son:

  1. Actualizar la normativa: La nueva legislación perfecciona la ley vigente, incorporando definiciones claras y alineadas con los compromisos internacionales.
  2. Fortalecer los derechos de los titulares: Se establece un catálogo robusto de derechos, incluyendo los derechos ARCOP (acceso, rectificación, cancelación, oposición y derecho a la portabilidad).
  3. Crear una institucionalidad sólida: Se contempla la creación de una autoridad de control autónoma, la futura agencia de protección, encargada de supervisar el cumplimiento legal y velar por la protección efectiva de los datos.
  4. Impulsar el cumplimiento y prevenir abusos: La nueva ley regula el comportamiento de responsables y encargados del tratamiento de datos, estableciendo un conjunto de obligaciones, medidas de seguridad, procedimientos de reclamación y sanciones impuestas.
  5. Favorecer la competitividad y la confianza: Al otorgar mayor seguridad jurídica, la ley de protección de datos beneficiará la economía digital, fomentando las transferencias internacionales de datos en condiciones adecuadas y promoviendo la innovación responsable.

Definiciones clave y alcance

La nueva normativa incorpora definiciones precisas y exhaustivas:

  • Dato personal: Toda información sobre una persona natural identificada o identificable.
  • Dato sensible: Información sobre el origen racial o étnico, la ideología, las creencias religiosas, la salud o la vida sexual, entre otros, cuyo tratamiento demanda un cuidado adicional.
  • Responsable del tratamiento: Aquella entidad (pública o privada) que decide sobre los fines y medios del tratamiento de datos personales. Esta figura adquiere gran relevancia, pues sobre ella recae la obligación de garantizar la seguridad de la información.
  • Consentimiento: Se entiende como una manifestación libre, específica, inequívoca e informada. Se flexibiliza su forma de otorgamiento, pero se mantiene la exigencia de expresarlo de manera clara, sobre todo en el caso de datos sensibles.
  • Fuentes accesibles al público: Registros o medios que por su propia naturaleza están disponibles para conocimiento general.

Estas definiciones permiten una mayor certeza jurídica y facilitan el correcto acceso a los datos por parte de los titulares, así como el cumplimiento por parte de las empresas.

Principios rectores de la ley

La ley regula el tratamiento de datos bajo principios orientadores como:

  • Licitud del tratamiento: Todos los datos deben ser procesados conforme a la ley y con una base habilitante clara.
  • Finalidad: Los datos deben emplearse con un propósito legítimo, explícito y concreto.
  • Proporcionalidad: Solo pueden tratarse datos pertinentes, adecuados y no excesivos en relación con la finalidad.
  • Calidad y responsabilidad: El responsable del tratamiento debe velar por la exactitud, integridad y pertinencia de los datos.
  • Seguridad: Es imperativo implementar medidas de seguridad para prevenir accesos no autorizados, pérdidas o alteraciones indebidas.
  • Transparencia e información: Se exige informar al titular sobre el uso de sus datos, las finalidades, posibles cesiones o transferencias internacionales de datos y los mecanismos para ejercer sus derechos.
  • Confidencialidad: El deber de secreto se impone a todos los que acceden a datos personales.

Derechos de los titulares: ARCOP y más

La nueva legislación fortalece el marco de la protección de los derechos de las personas respecto a sus datos. Los derechos ARCOP incluyen:

  • Acceso: El titular puede requerir la información relativa a sus datos.
  • Rectificación: Permite corregir datos inexactos, incompletos o desactualizados.
  • Cancelación: Posibilita la eliminación de datos cuando ya no son necesarios o si se han tratado de forma ilícita.
  • Oposición: Permite negarse a ciertos tratamientos, especialmente ante actividades que no cuenten con base legal clara.
  • Portabilidad: Concede la facultad de solicitar la entrega de sus datos en un formato estructurado, de uso común y lectura mecánica, facilitando la migración a otro prestador de servicios. El derecho a la portabilidad es una novedad en el ordenamiento chileno.

Para ejercer estos derechos se contemplan vías ágiles, primero ante el responsable del tratamiento y luego, en caso de no prosperar, ante la nueva autoridad.

Obligaciones de las empresas y entidades públicas

Bajo el nuevo marco, las empresas—independiente de sus ingresos anuales—y las instituciones públicas que tratan datos personales deben cumplir con una serie de obligaciones:

  1. Información clara: Comunicar a los titulares el uso, finalidad y plazos de conservación de sus datos.
  2. Medidas de seguridad: Adoptar protocolos y tecnologías que garanticen la seguridad de los datos, evitando filtraciones, accesos no autorizados o pérdidas.
  3. Reportar vulneraciones: Notificar a la autoridad y a los titulares en caso de incidentes de seguridad de los datos que pudiesen afectar la privacidad.
  4. Delegado de protección: Designar un delegado de protección de datos en ciertos casos, quien será el encargado de velar internamente por el cumplimiento de la normativa.
  5. Transferencias internacionales de datos: Adecuar los flujos transfronterizos a países con niveles adecuados de protección, o adoptar salvaguardas equivalentes.

La licitud del tratamiento y las condiciones que rodean las transferencias internacionales de datos forman parte esencial de estas obligaciones. Solo con un cumplimiento riguroso se construye la confianza necesaria en el mercado digital.

Infracciones y sanciones

El nuevo régimen contempla sanciones impuestas de acuerdo a la gravedad de las infracciones, las cuales pueden ser leves, graves y gravísimas. Dichas sanciones pueden llegar a montos significativos, especialmente si involucran datos sensibles o afectan a un gran número de personas.

La introducción de un sistema sancionatorio robusto asegura que el proyecto de ley no se limite a intenciones, sino que exista una efectiva herramienta disuasiva para malas prácticas. Ello incentiva a las empresas a adoptar un enfoque proactivo, incorporando la privacidad desde el diseño y por defecto en sus servicios, y a garantizar la seguridad en sus sistemas de almacenamiento y procesamiento.

Tratamiento en el sector público y categorías especiales

La ley de protección de datos personales también regula el tratamiento por parte de organismos públicos. Estos deben cumplir con las mismas obligaciones de seguridad, transparencia y responsabilidad, con ciertas particularidades. Además, establece condiciones para el tratamiento de datos sensibles, biométricos y de geolocalización, así como para la utilización de datos financieros o bancarios. Todos estos ámbitos están regulados por la ley para equilibrar el interés público con la privacidad individual.

Transferencias internacionales de datos y competitividad

La modernización legal apunta a situar a Chile en el mapa de países con un entorno adecuado para la economía digital. Las transferencias internacionales de datos personales se facilitan cuando el destino ofrece un nivel de protección similar. De no ser así, será necesario adoptar mecanismos de seguridad adicionales. Este alineamiento con las normas internacionales impulsa la competitividad, robusteciendo la posición de Chile en el mercado global y fomentando entornos confiables para la inversión y la innovación.

Privacidad por diseño y buenas prácticas empresariales

La nueva ley de protección de datos incorpora principios como la privacidad por diseño y por defecto, que requieren a las organizaciones internalizar la protección de datos desde el inicio. Algunas buenas prácticas incluyen:

  • Desarrollar políticas internas claras sobre protección de datos.
  • Capacitar al personal y al delegado de protección en el adecuado tratamiento de datos personales.
  • Realizar auditorías y evaluaciones de impacto, ajustando las medidas de seguridad según los riesgos detectados.
  • Implementar controles y cifrado de información para garantizar la seguridad.
  • Establecer canales de comunicación claros para los titulares, facilitando el ejercicio de sus derechos de acceso, rectificación y otros.

Estas medidas no solo permiten el cumplimiento normativo, sino que fortalecen la imagen y reputación de las empresas.

Futuras actualizaciones y el rol de la agencia de protección

El proyecto de ley contempla la creación de un organismo especializado e independiente: la nueva autoridad de control. Esta agencia de protección será clave en la implementación, monitoreo y actualización de la ley. Con el avance de la tecnología y los modelos de negocio, la normativa se ajustará para proteger derechos y fomentar el desarrollo digital responsable.

Conclusión

La ley de protección de datos personales en Chile representa un salto hacia la modernización, alineando la normativa con estándares internacionales. Tanto la ley de datos personales chile vigente como la futura nueva ley de protección de datos apuntan a un ecosistema digital más seguro, transparente y confiable, donde empresas y organismos públicos asumen un rol protagónico como custodios de datos, y los ciudadanos ejercen activamente sus derechos.

El éxito de esta implementación depende del compromiso de todos: sociedad civil, Estado, empresas y la futura autoridad de control. Cumplir las obligaciones, respetar la privacidad desde el diseño, adoptar las adecuadas medidas de seguridad, prevenir incidentes y responder eficazmente ante vulneraciones son retos ineludibles.

Si su empresa o institución requiere asesoría para adaptarse a la nueva normativa, implementar protocolos adecuados o comprender a fondo los alcances de la ley, no dude en contactar a A&M Abogados. Nuestro equipo cuenta con la experiencia y el conocimiento necesario para guiarle y convertir esta transición legal en una oportunidad de crecimiento y fortalecimiento de su reputación.

Contáctenos hoy mismo y construyamos juntos una cultura de protección de datos personales que beneficie a todos.

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